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21 febrero 2009

Can't wait. Ljubljana (Slovenia).28-4-1999


Bob Dylan llega al final del tour europeo de 1999 con una espléndida capacidad de reinventarse, siendo esta interpretación de Can’t wait en Ljubljana (Eslovenia) una de las mejores versiones que le he escuchado, radiante la frescura vocal y el acompañamiento de la banda, a lo que contribuye también la buena calidad de la cinta que circula de este concierto. Espléndido Tony Garnier con el bajo e inmejorable la destreza de Campbell a la guitarra. A esta versión añadiría la alternativa oficial que Columbia incorpora en el primer volumen del bootleg de 2008 de Dylan Tell Tale Signs (nº 8), pero ésta ya corresponde a las grabaciones de estudio. Can’t wait se publicó oficialmente en el disco Times out of mind, de 1997, un trabajo producido por Daniel Lanois, que obtuvo tres premios Grammy de 1998: al mejor álbum del año, al mejor álbum de folk contemporáneo y a la mejor interpretación, en este caso por la canción Cold Iron Bound, decisión que suscitó controversia en el ámbito musical.



La letra de la canción es un hermoso poema que remite a una ansiada espera por un amor vivido en otro tiempo y cuya llama no se ha apagado, no se sabe si fue el definitivo, pero Dylan suspira por un destino interrumpido. El último verso de cada estrofa: No sé cuánto más puedo esperar, revela la necesidad del poeta de calmar su angustia. Me encantan los versos:


El fin de los tiempos comienza,
después de tantos años sigues siendo la única,
paseo por el desolado cementerio de mi mente,
te dejé mi vida en algún punto del camino
creí que de algún modo me ahorraría es destino,
pero no sé cuánto más puedo esperar.


Con alusivas referencias a canciones de Jonny Cash (I walk the line), Leonard Cohen (I'm your man), a su incontestable punto de referencia Woody Guthrie (I'm breathing hard), e incluso a Harold Arlen, (Stormy weather), el músico escribe una interesante canción que, lamentablemente, no ha alcanzado la popularidad que merece, aunque Dylan sigue interpretándola en directo, como lo demuestró el pasado mes de abril en la ciudad alemana de Erfurt, en un memorable concierto en el que Can't Wait se presenta al público con nuevos arreglos, aunque muy lejos de la belleza interpretativa de finales de los noventa.


No puedo esperar a que te decidas,
no quiero dar un mal paso,
hay gente por todas partes
e intento aclararme,
y no sé cuánto más puedo esperar.
Quiero recuperar el cariño que tuvimos
mi corazón no seguirá latiendo sin ti,
tu encanto me ha herido,
ojalá supiera por qué te sigo amando.
El cielo está gris y nada alumbra mi esperanza
noche o día, sólo sigo adelante
Si te viera no sé qué haría
me gustáría controlarme, pero sé que no es verdad,
es lo que pasa cuando las cosas se desintegran.
Estoy condenado a amarte, rodando bajo la tormenta
pienso en ti y en los lugares adonde iríamos.
No sé cuánto puedo esperar.

Foto: Goran Antlej, del concierto en Ljubljana.

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