Buffalo Skinners es el título del elepé pirata que recoge el concierto que Dylan ofreció la noche del 10 de junio de 1989 en el Statenhal de La Haya (Holanda) durante el tour europeo de aquel año. El juglar, acompañado de una sencilla banda y un más que austero escenario, el mismo que diseñó para Madrid, cinco días después, con lienzo negro como decorado de fondo delante del que se abría un reducido espacio donde se distribuía la banda, ofreció un concierto secuenciado por temas archiconocidos sugerentemente arreglados, donde brillaron los solos acústicos del bardo y el estreno en escena del bajista Tony Garnier en sustitución de Kenny Aaronson. El vinilo, original en color negro, fue editado ese mismo año en Alemania por un sello independiente en una edición limitada de diez copias. El título hace referencia a la canción Trail of Buffalo, que Dylan interpretaría aquella noche en clave de rock, en vez de la habitual sonada acústica. El disco recoge doce de las quince canciones, deja fuera joyas emblemáticas como Master of war, I shall be released y Like a rolling stone, ausencias que sin embargo no restan interés a un documento muy apreciado entonces y ahora por los coleccionistas al tratarse de los primeros archivos sonoros que recogían canciones del tour europeo tras la publicación del álbum Oh Mercy. Si queréis escuchar el concierto completo os recomiendo el cedé pirata Hunted like a crocodile, de gran calidad sonora.
Dylan arranca con Most likely you go your way, como venía haciendo y hará durante la gira sobre otros escenarios de capitales europeas, en una versión acertada y bien conjuntada con la banda, a la que se suman el guitarrita G.E. Smith y Christopher Parker a la batería. Es el noveno concierto de este tour y los músicos se han adaptado a los arreglos, tanto como el público ha de hacerlo con los que cabalgan acorde sobre acorde en Ballad of Hollis Brown, donde los solos, profundos y maestros de Smith imprimen carácter a una canción que ya de por sí crea un clima de misterio y redención. I'll be you baby tonight se sucede tan divertida como Shelter from the storm, esta última en una de las mejores versiones que Dylan haría de esta joya del Blood on the tracks a lo largo del tour.
Arrolladora según costumbre Highway 61 nos pone en escena a un inspirado Smith que juega con los solos de guitarra dotando a la canción del más puro sonido dylaniano del 65. Majestuoso este guitarrista en los electrizantes acordes finales, con los que el concierto cierra su primer bloque, dando paso a un Dylan acústico que rememora los versos de Mr. Tamborine man, interpretada con maestría, derrochando el talento que el juglar lleva dentro y que mejor sabe poner en danza a través de estas míticas canciones de sus primeros elepés. La segunda cara del álbum comienza con otra acústica de incuestionable valor, Don't think twice, its all right, casi ná, con esa armónica que hipnotiza y que a estas alturas del concierto llega con una frescura reforzada por Knockin on heaven's door, donde el juglar nos deja sin palabras.
Dylan arranca con Most likely you go your way, como venía haciendo y hará durante la gira sobre otros escenarios de capitales europeas, en una versión acertada y bien conjuntada con la banda, a la que se suman el guitarrita G.E. Smith y Christopher Parker a la batería. Es el noveno concierto de este tour y los músicos se han adaptado a los arreglos, tanto como el público ha de hacerlo con los que cabalgan acorde sobre acorde en Ballad of Hollis Brown, donde los solos, profundos y maestros de Smith imprimen carácter a una canción que ya de por sí crea un clima de misterio y redención. I'll be you baby tonight se sucede tan divertida como Shelter from the storm, esta última en una de las mejores versiones que Dylan haría de esta joya del Blood on the tracks a lo largo del tour.
Shelter from the storm.
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G.E. Smith, Tony Garnier y Bob Dylan. |
Knockin on heaven's door
I don't believe you, de la que destacaría el solo de armónica a unos arreglos de merecida discusión, enmedada por una formidable Traifl of Buffalo que resulta sorprendente en clave de rock y que deja al público con más ganas. Dylan irrumpe con I shall be releaased y Like a rolling stone a continuación, si bien el vinilo no recoge ambas interpretaciones, siendo como fueron de bella y magistral factura. Con To Ramona volvemos a sonidos acústicos que nos trasladan a principios de los años sesenta, con un Dylan fraseando con hondura esta sensual canción , embargo pocos de entre el público saben que después de All along the watchtower, interpretada a continuación, Dylan se escabulle tras el escenario y nunca más saldría. Las peticiones de un regreso para un bis son voces que se pierden en la noche holandesa.
Trail of Buffalo