Tombstone blues. Londres 31-3-1995
Hay varios momentos en la historia musical de Bob Dylan donde Tombstone blues se convierte en pieza imprescindible del directo, pese a ser, en el fondo, un tema poco identificable por el público, lo que ha motivado su desconocimiento tras la publicación del álbum Highway 61 revisited (1965) donde fue incluida en el set tras el laureado Like a rolling stone, y a una versiones en directo durante ese año más bien flojitas. Entonces era un tema que contribuía a reforzar la imagen eléctrica de Dylan tras Newport 65, aunque habrían de pasar los años hasta que Dylan la incorporara al libreto de sus conciertos. Tombstone blues (El blues de la lápida) renació durante la gira europea de 1984, bien acolchada tras la guitarra de Carlos Santana, convirtiéndose en ese directo imprescidible que Dylan paseaba por los grandes estadios de Europa. Fueron estas versiones con Carlos Santana, quien le imprimió su estilo y talento, las que lograron captar el interés del público. Un blues con tintes de genuino rock. De esa época destacaría la versión ofrecida en Barcelona el 28 de junio (uno de los mejores conciertos de la gira), si bien fue la de Newcastle la que se incluyó en el álbum oficial de la gira Real Live. Tras el apoteósito concierto de Slane de final de la gira europea del 84, Tombstone blues fue nuevamente sepultada y durante once años ya no supimos más de esta estupenda canción. Por fortuna, Dylan la rescataría durante la gira de 1995 y en el tercer concierto ofrecido en la Brixton Academy de Londres, el 31 de marzo, interpreta una versión de cerca de ocho minutos elevando Tombstone Blues a clásico. Versión sólida, interpretada con profundidad y acierto, manteniendo el ritmo sin pausa, creando expectación en cada verso, con solos de guitarra discretos y elegantes de John Jackson -en desigual disposición al estridente Bloomfield en 1965 o el gurú Santana de 1984-, radiante Tony Garnier -como siempre-, y acertado Winston Watson a la batería. Meses después, el 19 de julio de 1995, Dylan cambiaría levemente esta versión en Madrid, conservando su magia, eso sí, que mantendría incluso en la toma para la MTV durante la grabación del Unplagged. En el House of Blues, de Atlanta, en agosto de 1996, podemos escucharle aún una buena versión y después de esto, ya en las giras posteriores a 2000, se apagó poco a poco la estrella del encandilamiento. Y aunque Tombstone blues pudiera interpretarse como una gran desconocida, no lo ha sido para cantantes como Richie Havens, que hizo una magnífica versión para la banda sonora de la película I'm not there, o la del grupo Hit and Run Bluegrass, que la transformó al country en su concierto del 11 de mayo de 2005 en la ciudad estadounidense de Boulder, en Colorado.
Donde Ma Rainey y Beethoven desplegaron su saco de dormir
los que tocan la tuba ensayan en torno al asta de bandera
y el Banco Nacional vende por lucro mapas del alma
al asilo de ancianos y la facultad.
Ahora desearía escribirle una melodia tan simple
que pudiera evitarle, querida señora, la demencia
que la reconfortara, calmara y aliviara el dolor
de su saber peregrino e inutil
Mamá está en la fábrica
no tiene zapatos.
Papá en un callejón
buscando el fusible.
yo ando por las calles
con el blues de la lápida.
Escucha aquí la versión de Tombstone Blues en Londres:
(Foto: Un momento del concierto de Dylan en Londres el 31-3-1995.)
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